Todas las cosan suceden por algo....

Y de repente me miré en el espejo y me dije: Está bien. Me he equivocado y no pasa nada. Está bien haber cometido todos mis errores. No pasa nada por haber tomado algunas decisiones que al final no me llevaron a donde pensaba estar. Debido a que cuando las tomé, lo hice porque así lo creía necesario. Y no pasa nada. Me he desviado del camino muchas veces, pero los desvíos me han llevado de nuevo a la dirección correcta, además me han enseñado baches que necesitaba cruzar. Y no pasa nada. He dicho muchas cosas que en el fondo no pensaba, o quizás si pensaba, pero no debía decirlas. He hecho daño a mucha gente al igual que he soportado mucho dolor que me ha sido causado a mi. Y no pasa nada. Me he creado mis propios muros y algunos, a día de hoy, no los he logrado derrumbar. Pero no pasa nada. He sentido envidia, he sentido rabia, a veces incluso odio. Pero no pasa nada, porque aprendo a apartar cada vez más estos sentimientos de mi vida. He dejado a mucha gente detrás, sin saber si debía ser así o no. Pero no pasa nada porque al final resulta ser que los que deben estar en tu vida van a estar en ella, siempre. Me he enfadado por cosas sin importancia. Y no pasa nada. Me he negado tantas veces a escuchar y aceptar consejos... Y tantas veces me he caído por eso mismo. Pero no pasa nada. He hecho cosas sabiendo que pueden fastidiar a alguien. Pero no pasa nada porque al final el perdón siempre llega a los que lo desean. He roto con todo y me he escapado dejando todo atrás, sin mirar a quien le pueda importar. Y no pasa nada. He probado, rectificado y me he vuelto a equivocar. Y no pasa nada. He apostado todo por una persona y todo lo he perdido. Pero no pasa nada. Me he sentido muy solo durante mucho tiempo. Y no pasa nada. No pasa nada por querer buscar el amor en los brazos y los besos de alguien que apenas conoces. No pasa nada. No pasa nada por querer creer que un amor tan pasajero e irreal puede llenar tu vacío. Porque es lo que te hace sentir bien, es lo que necesitas en ese mismo instante. Es lo que tú decides. Y lo que tú decides, al final, es siempre lo correcto. Lo que yo he decidido me ha convertido en la persona que soy y va a seguir haciéndome crecer y evolucionar. Y todo forma parte de mi, de lo que soy, de lo que estoy orgulloso. Porque este soy yo, esta es mi vida y este es mi camino.